Para ser honestos tenemos que reconocer que saber de vinos siempre ha sido algo al alcance de una minoría, una minoría relacionada con lo sibarita. Sin embargo, hoy una cata de vinos es una experiencia muy ligada a una moda pero que en realidad responde a la tendencia natural del ser humano por saber. Pero saber de vinos va mucho más allá de un aroma, de un bouquet o de un color. Saber de vinos es conocer, a través de los caldos, culturas, lugares, tradiciones, patrimonio y gastronomía. Si quieres saber más, no dudes en echar un vistazo a nuestro Curso Sommelier. ¡No te arrepentirás!
Todo un universo por descubrir tanto para los amantes de los vinos como para los que no lo son pero son curiosos. También un universo por descubrir para los aventureros y para los viajeros. Pero ¿en qué consiste exactamente una cata de vinos? ¿Qué tiene que ver una actividad como esta con el turismo? Repasamos todos los aspectos de las catas tan de moda y tan en boga.
Índice de contenidos
¿Qué es una cata de vinos?
Se trata sin duda alguna de la actividad estrella en el mundo del vino en general y del enoturismo en particular. Todas las bodegas, casi sin excepciones, incluyen este tipo de actividades que pueden ser a nivel profesional o a nivel más amateur. Si hasta ahora habías pensado que se trataba de una actividad solo reservada para profesionales catadores, nada más lejos de la realidad.
De lo que se trata generalmente en la cata es de probar el caldo y disfrutar del mismo a todos los niveles: en el paladar, a la vista y respecto del olfato. En una cata intervienen los tres sentidos de una manera muy activa. También es indispensable saber que existen diversos tipos de catas.
La cata vertical
Se trata de una cata en la que se degustan caldos de diferentes cosechas de una misma bodega.
La cata horizontal
Son catas en las que se prueban vinos diferentes de mismas cosechas y D.O.
La cata ciega
Son catas muy curiosas en tanto en cuanto el catador no conoce ninguna información respecto de los vinos participantes.
Protocolo a seguir en una cata de vinos
Independientemente del tipo de cata al que vayas a asistir siempre se siguen unos pasos o un protocolo previo común en todos los casos. Un ceremonial un tanto curioso, especialmente para los profanos en la materia, pero que cuenta con una explicación lógica.
1. Se abre la botella antes o en el momento. Una vez hecho esto se sirve el caldo a la temperatura adecuada. Las copas se llenan menos de un tercio.
2. Sujetando el catavinos o la copa por el pie de la misma, observamos desde arriba el color y el aspecto general del vino que estamos catando.
3. Se agita ligeramente el vino, siguiendo las indicaciones del experto, con el fin de detectar los olores y los compuestos volátiles. Algo que se consigue acercando la copa a la nariz.
4. En este punto es cuando interviene el gusto. Este es el momento en el que se toma un trago de vino y se inunda la boca con el fin de poder captar todas las sensaciones de ese vino. El caldo no se traga, sino que se escupe. A veces es cierto que algunas catas, en las menos profesionales, el vino se traga, ¿por qué no?
5. Finalmente se describen todas las sensaciones -visuales, olfativas y del gusto- en una clasificación escrita. Este paso profesionalmente se conoce como la síntesis expresiva del vino.
¿Cómo se realiza una cata de vinos?
Imagina que quieres emular esta divertida experiencia en casa o en algún lugar, pero con amigos. Ya cuentas con algunas herramientas para que esa cita sea lo más profesional posible. Pero añadamos ingredientes para que hacer una cata por tu cuenta sea algo posible y lo más divertida para tus invitados.
Lo primero que tendrás que hacer es elegir un tipo de vino. Aquí lo más recomendable es que no te compliques demasiado: blanco, tinto o rosado. Una vez elijas el caldo, llega la hora de escoger el tema. Por tema entendemos:
Región
Tienes que decidirte por una región o por una Denominación de Origen.
Tipo de cata
Decide el tipo de cata que quieres organizar. Si quieres una cata vertical, tendrás que comprar botellas de una misma marca pero de diferentes añadas. No te resultará algo complejo por poca experiencia que tengas. Si lo que prefieres es una cata horizontal, entonces tendrás que optar por diferentes opciones de una misma marca.
A ciegas
Si quieres sorprender y tapar algunas bocas, nuestra recomendación es una cata a ciegas. Es una buena manera de demostrar que a veces el precio del vino no siempre está relacionado con el éxito del mismo, o sí.
Teniendo claro estos pasos, pon especial atención a la temperatura de los vinos que elijas, la cantidad de los mismos que vas a necesitar y la importancia del orden: recuerda que siempre debes empezar por los más suaves.
Dónde se realizan las catas
Existen numerosos sitios donde disfrutar de una cata, aunque las más populares son las que tienen lugar en las propias bodegas y en los establecimientos con amplia experiencia en el sector de la gastronomía. Si vas a decidirte por una cata en el marco del enoturismo, nuestro consejo es que dejes en manos de los profesionales esa experiencia.
Los profesionales de las catas
Dentro del mundo del vino existen tres figuras importantísimas: el enólogo, el sumiller y el catador profesional. El primero es el experto en los métodos y técnicas de cultivo, el sumiller es la persona perfecta para la organización de una cata y suele tener una formación hostelera, mientras que el catador es el profesional de la cata. Este último es el encargado de juzgar las propiedades de los vinos de una manera profesional.
Normalmente, lo más común en la cata de vinos es que esté involucrado o bien un sumiller o un catador profesional. Dicho esto, ¡bienvenido al mundo de la enología! Cuidado que engancha.