En muchas ocasiones, escuchamos hablar de que cierto producto cuenta con una denominación de origen determinada. Sin embargo, son muchas las personas que desconocen qué es esto y qué implica. Además, te explicamos cómo puedes hacer para conseguir implantar la denominación de origen (DO) en un determinado producto. Si quieres saber más sobre esta categorización, no dudes en echar un vistazo a nuestro Curso Sommelier.
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¿Qué es y para qué sirve la denominación de origen?
Simplificando la primera cuestión al máximo, puede decirse que una denominación de origen equivale a una localización determinada en el territorio. Es decir, si un alimento se elabora íntegramente en una zona geográfica, con materia prima de esa región y, además, se utilizan características propias de la misma, estamos ante una DO. Por tanto, el etiquetado con esta categoría implica que:
- El producto tiene origen en una determinada zona geográfica. Generalmente se trata de regiones dentro de un mismo país. Aunque excepcionalmente también podría ampliarse al país entero.
- La calidad y las características de ese producto se dan de forma especial en esa región. Se incluye aquí la geografía, el clima y otra serie de factores implicados en el proceso, como los humanos.
- La producción y procesado de ese alimento tiene que tener lugar en esa zona delimitada que hace referencia a la denominación.
En cuanto a su utilidad, la DO es una forma más de obtener veracidad en el etiquetado de productos. Se trata de un sello de calidad que sigue una legislación y unos controles. Las empresas que lo poseen en sus productos tienen que seguir estas indicaciones necesariamente. Así, en caso de que queramos apostar por un producto de una determinada zona geográfica sin que haya engaños al consumidor, la DO es una buena garantía de esto.
¿Cuáles son las ventajas de contar con una denominación de origen?
Contar con un etiquetado de esta categoría tiene numerosos beneficios. A pesar de que algunas personas critican que está en contra de la globalización. Sin embargo, en ningún momento es el objetivo de este sello. Más bien se dirige a una serie de efectos positivos como son los siguientes:
Ejercicio de marketing
En primer lugar, ante la gran diversidad de productos y empresas en el mundo actual, la competitividad es elevada y contar con una distinción de este estilo es importante para los empresarios. Esto hace que los consumidores noten la diferencia en estos productos y opten por ellos en mayores ocasiones.
Calidad más controlada
Todos los productos que tienen este sello han de mantener unas ciertas normas y características de las que no pueden desviarse. Eso implica que haya auditorías para comprobar que esto se cumpla. Así, se mantiene y preserva en todo momento la calidad del producto.
Garantía de cara al consumidor
Al contar con esta etiqueta, el consumidor sabe que se están cumpliendo unos estándares mínimos. Por tanto, ese producto que ha comprado tiene una calidad mínima.
Mantener unas técnicas tradicionales
Como se trata de productos de una región determinada, se preservan más variedades de especies y se trabaja para no perder la variabilidad. Además, en caso de realizar algún tipo de técnica tradicional, hay que seguir esas directrices.
¿Cómo conseguir un sello DO?
Para la obtención de esta distinción, es aconsejable leer en más detalle el Reglamento (CE) 1151/2012 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de noviembre de 2012, sobre los regímenes de calidad de los productos agrícolas y alimenticios. En este reglamento se estipulan todas las directrices que han de seguirse.
A modo de resumen, podría decirse que para conseguir este sello hay que contactar con la denominación de origen de una región concreta y realizar un pliego de condiciones. Este pliego ha de contener información como la del origen del producto y la DO. La descripción del producto en diferentes dimensiones según corresponda al mismo (físicas, químicas, microbiológicas, olfativas, gustativas y todo tipo de organolépticas) también tiene tiene que estar contemplado. Además, es preciso que este producto demuestre ser originario de esa DO. También debe justificarse cuál es el vínculo entre el mismo y esa región geográfica.
Otras de las informaciones que también es conveniente añadir en el pliego para la obtención del sello es el procesado que da lugar al producto final. En caso de que se trate de métodos o técnicas locales, también habrá que detallarlas en mayor medida. En cuanto al envasado, hay que especificar cuál será la forma de llevarlo a cabo y si existen normas al respecto.
Ejemplos de algunos productos españoles con sello DO
España es uno de los países de Europa con más tradición gastronómica. Además, cuenta con diferente clima a lo largo de todo el territorio, lo que hace que la variedad de materias primas sea mayor que en otras partes del mundo. Somos uno de los países con mayor tradición vinícola y de carnes, lo que también genera productos nacionales específicos que se catalogan dentro de las DO.
Vinos españoles
Esta bebida varía enormemente en función del terreno. Por eso, hay diferentes tipos de DO a lo largo del territorio: Rioja, Rueda, Ribero, Albariño o Jerez son los más conocidos. No obstante, existen muchas otras regiones que cuentan con uvas especiales. Como por ejemplo Bierzo, donde hay varias uvas diferentes que dan lugar a vinos de la zona. Por tanto, la variedad es numerosa en España.
Carnes
También son conocidas, especialmente el jamón. Algunos de los jamones ibéricos tienen DO específica como es el caso de Guijuelo o Jabugo. Otros productos de origen animal, como es el queso, también tienen DO propia. Seguro que conoces el queso cabrales, el queso idiazábal o el queso manchego.
Aceite de oliva
Es una de las joyas españolas, este oro líquido cuenta con denominación en zonas del sur como Antequera, Baena, Priego de Córdoba o Lucena.
En definitiva, la denominación de origen en un producto le otorga una categoría y una calidad específica a un producto. Esto le hace único en el mercado. Al escoger un alimento o bebida con estas características, como consumidor sabes que hay ciertos aspectos que se han cuidado en su elaboración y que pertenecen a una localización concreta. Por tanto, etiquetar un producto bajo una DO tiene muchas ventajas.