La historia del arte está llena de esculturas magníficas e impresionantes. Hoy traemos un análisis exhaustivo de dos esculturas famosas que marcaron un punto de inflexión en las diferentes corrientes artísticas. Conoce su análisis formal, su contexto y su significado en el siguiente post. ¿Te apasiona la historia y el patrimonio cultural? Con nuestro Curso Superior de Guía Turístico te convertirás en un experto.
El rapto de las sabinas, Giambologna
Esta espectacular obra fue elaborada en la segunda mitad del siglo XVI. Pertenece a la corriente artística del manierismo, donde las características más remarcables son la multifacialidad, característica que podemos ver perfectamente en esta obra y el serpentinato, donde las figuras se retuercen sobre si mismas, creando una forma helicoidal.
La obra, de 4,10m de altura, esta realizada con un solo bloque de mármol, con la técnica de talla y vaciado. Es un grupo escultórico que se organiza alrededor de una figura principal, un hombre joven. Este, con la fuerza de sus manos, sujeta fuertemente a una mujer. A sus pies, agachado, otro hombre. El dinamismo y la expresividad son las dos características principales de este grupo escultórico, una de las esculturas famosas del manierismo.
Las tres figuras se relacionan formalmente entre ellas por la unión de los cuerpos. A la vez, hay también un juego dinámico de miradas que permite al espectador ir siguiendo todo el desarrollo de la acción. Cabe destacar el uso de la estructura serpentinata, mencionada anteriormente, un recurso escultórico que consiste en reproducir el giro en espiral ascendente de las figuras. Esta técnica hace que la escultura tenga un punto de vista múltiple. Esto obliga al espectador a moverse por su alrededor para poder contemplar toda la acción.
Esta obra hace referencia a una leyenda de la primitiva historia de Roma. Esta cuenta que Rómulo, fundador de la ciudad de Roma, invitó a los habitantes de las poblaciones cercanas a una fiesta. Entre ellas estaban los sabinos y habían dado instrucciones que, cuando se hiciera una señal, los romanos raptarían las mujeres sabinas solteras.
En la escena de Giambologna, Rómulo rapta a una sabina casada mientras el marido de esta aparece vencido a sus pies. La obra sintetiza la narración con solo tres personajes, consiguiendo transmitir el alma dramática del rapto. Una de las esculturas famosas más relevantes del siglo XVI.
El pensador, Auguste Rodin
Fue elaborada en el 1880 y se tenia que situar en el dintel de la Puerta del Infierno de París, pero esta finalmente, nunca fue construida.
La obra no sigue un sistema de proporciones clásicas. Vemos que los pies y sobretodo los brazos y las manos del personaje son especialmente grandes. La composición está dominada por las curvas: el personaje aparece sentado, con las piernas y la espalda dispuestas en paralelo. Los brazos, en cambio, se conciben de forma opuesta.
El cuerpo del pensador está poco pulido, lo cual da lugar a un juego de fuertes penumbras en toda la superficie del personaje. Rodin recurre a los contrastes entre zonas pulidas y zonas que no lo están, donde aparecen poderosos efectos de claroscuro.
El arte de Rodin funde una técnica impresionista que obtiene efectos de luz con la rugosidad de as superficies y la manipulación de los planos, con la vida profunda y la forma colosal de las figuras. Este se inspira en la escultura clásica, especialmente de Miguel Ángel, por el trato atormentado de sus figuras. Su obra influirá claramente en la escultura modernista, por su carácter simbólico y por el aspecto inacabado de sus obras.
La figura del pensador, ateniéndonos a la ubicación a la que estaba destinada originalmente, se trata de Dante contemplando el Infierno. Fura de este contexto, se puede interpretar como un símbolo de la reflexión y de la duda que hace crecer al hombre. También se ha interpretado esta escultura como el primer pensamiento del hombre, el que permite diferenciarse del reino animal. Sin duda una de las esculturas famosas más significativas del siglo XIX.