Una bebida healthy se ha colado por redes sociales y se ha convertido en la bebida del momento. Estamos hablando de la kombucha, una bebida fermentada que ha conquistado millones de paladares. ¿No sabes de qué estamos hablando? En el post de hoy te contamos qué es esta bebida y cómo preparar kombucha en casa. Conviértete en un experto de la enología con nuestro Curso Experto en Cata de Vinos, Elaboración de Cervezas y otras Bebidas Alcohólicas y no Alcohólicas.
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¿Qué bebida es la kombucha?
Como hemos mencionado anteriormente, la kombucha es una bebida fermentada, como el vino o la cerveza. Esta se obtiene a partir de la fermentación de té endulzado. Varios hongos y bacterias completan un complejo proceso de fermentación. Todo ello hace que el sabor sea un poco ácido y dulce. Se cree que esta bebida es originaria de China y se menciona que puede que fuera de uso farmacológico.
Gracias a una capa de celulosa nombrada SCOBY, las bacterias y las levaduras pueden hacer su trabajo. Además, está llena de propiedades muy saludables para nuestro cuerpo. La kombucha es un probiótico natural, enriquece la flora y tiene muy pocas calorías.
Receta de kombucha
Aunque pueda parecer que hacer kombucha en casa sea difícil, en realidad su receta es muy sencilla. Lo que sí tenemos que tener es paciencia y ser muy meticulosos con la limpieza. Pero primero lo más importante, haceros con un SCOBY. Esto se puede encontrar fácilmente en internet o en tiendas especializadas.
Lo que necesitaremos para hacer dos litros de kombucha seguro que lo tenemos en casa o podemos comprarlo en cualquier supermercado. Primero de todo, procura que el recipiente donde vayas a hacer la bebida esté perfectamente esterilizado, solo queremos que actúen las bacterias que necesitamos. Hazte con cuatro bolsitas de té negro o té verde, recomendamos que sean de calidad. Cogemos el azúcar que tenemos en casa y completamos los ingredientes con dos litros de agua.
Preparación
Ya verás como la preparación de kombucha es muy sencilla. Llena una taza con agua con las bolsitas de té y llévalo a ebullición en el microondas. Pasados 5 minutos, añade cuatro cucharadas de azúcar y mezcla hasta que se diluya bien.
Necesitarás un recipiente donde quepan más de dos litros de agua. Será aquí donde verteremos el contenido de la taza y lo acabaremos de rellenar con agua fría, hasta hacer los dos litros. Agrégale también el SCOBY y una taza de kombucha vieja. ¿Recuerdas que hemos dicho que guardaras el líquido del SCOBY? Este te servirá si no tienes kombucha vieja.
Cuando ya tengamos todos los ingredientes clave para preparar nuestra kombucha, debemos dejar que la naturaleza haga su magia. Taparemos el recipiente con una tela y la sujetaremos bien con una goma, para que quede siempre totalmente cubierto para que no entren agentes extraños pero sí el oxígeno. Deberemos reservar la bebida en un lugar donde haya una temperatura media de 25º para su correcta fermentación.
Si quieres que tu kombucha tenga un poco de gas, el tercer día de fermentación puedes rellenar botellas herméticas y que acabe de fermentar e la nevera. Saber que el proceso de fermentación normal puede tardar hasta 7 días, deberás probar un poco de bebida cada día para asegurarte que está lista. ¡Y listo!