Cada vez son más las personas que se preocupan por lo que comen y por cómo lo comen. Parece que el mensaje de los sanitarios, dietistas y médicos empieza a calar. “Somos lo que comemos”. Y por lo tanto, comer sano nos reporta salud. Para que vuestros platos se basen en recetas saludables, os traemos los trucos más útiles. ¿Os quedáis? ¡Vamos allá!
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Platos basados en recetas saludables:
Una buena dieta es básica para que nuestro cuerpo adquiera los nutrientes necesarios para funcionar bien. Como dirían los nutricionistas especializados, debemos comer de todo, pero todo en su justa medida. Aquí van unos trucos para que los platos que salgan de vuestra cocina sean sanos y se conviertan en recetas saludables:
Aficiónate al pulverizador
Adiós a la típica aceitera o a la botella de aceite. Hazte con un pulverizador que te permita rellenarlo de aceite y ponerlo en tus platos en su justa medida. ¿Otra alternativa? Hazle un agujero muy pequeño al tapón de la propia botella. Controlar la cantidad de este ingrediente es esencial. Contiene muchos nutrientes, pero es un producto graso. ¡Cuidado!
Verde como base
Prepares lo que prepares, no te olvides de que la base de todos tus platos saludables deben ser vegetales. Hagas lo que hagas. Sin embargo, esto no significa que debas comerlo todo con lechuga. Puedes preparar un pisto natural, unos pimientos asados o unos tomates al horno. ¡Para untar pan!
Especias
Conviértete en un fan de las especias. Intenta que tus recetas saludables adquieran su sabor con los ingredientes que las componen. Si te parecen demasiado suaves, añádeles especias. Esta es una muy buena manera de evitar el uso excesivo de la sal. Sin embargo, si vas a echarle sal a tus platos, prefiérela siempre yodada.
Plancha sí, pero no exclusiva
Cocinar los alimentos a la plancha es saludable, pero no lo limites todo a ello. Recuerda que según el método de cocción que uses, el alimento conservará unas propiedades u otras. Prueba a cocinar al papillote, al vapor, a la brasa, al horno… ¡Improvisa!
Ajo y cebolla
El ajo y la cebolla son dos alimentos primordiales de la dieta mediterránea. Igualmente, son considerados básicos para obtener recetas sanas. Úsalos en todos los platos que se te ocurran. No los olvides, estos dos ingredientes no solo le darán sabor y aportarán nutrientes vegetales a tus creaciones culinarias. También están ampliamente reconocidos por sus propiedades antisépticas y por el bloqueo de las grasas de otros productos.
Reduce el consumo de carne
Intenta sustituir parte de la carne de tus recetas por productos de origen vegetal. Una muy buena idea es cambiar estos productos cárnicos por otros como seitán, tofu o semillas como la quinoa. Estos productos, además de sabrosos, te ayudarán improvisar nuevos sabores y nuevas recetas sanas que añadir en tu menú semanal.
Organización y planificación
Parece el consejo que te daría tu madre o padre. Y es cierto. Conseguir organizar tus prioridades y contemplar la cocina como una de ellas es primordial. Si lo adquieres como un hábito, no te fijarás en tantos productos precocinados o procesados. Además, una vez tengas la compra hecha, puedes preparar varios platos simultáneamente. Recuerda que, al tener las verduras como base, todo te será más fácil. ¿Por qué no le dedicas, por ejemplo, una tarde entera a las bases? Cuando tengas todos estos ingredientes cocinados, solo deberás ir cocinando el arroz, la quinoa o el resto de comida en un plis.