Ha llegado el buen tiempo y aunque esta bebida se consuma durante todo el año, siempre apetece mucho más con el calor. Unas patatas, queso, mejillones, berberechos y todo lo que nos apetezca mientras bebemos un vaso de vermut. Pero, ¿sabías que lo puedes preparar perfectamente en tu casa? Quédate en el post de hoy y te contamos cómo preparar vermut casero para disfrutar de una de las mejores bebidas que existen. Fórmate con nosotros con nuestra Certificación Experto Superior de Sommelier.
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Cómo preparar vermut casero
Aunque su preparación es muy fácil, debemos saber que para que salga perfecto la clave es ser pacientes. El vermut es vino blanco macerado con distintas hiervas y ajenjo. Por eso deberemos esperar al menos un mes para que nuestro vermut casero quede delicioso. Ya sabéis lo que dicen “quien tiene paciencia, obtendrá lo que desea”.
Ingredientes para el vermut casero
El ingrediente principal del vermut es el vino blanco. Para que el resultado sea el mejor posible recomendamos que os hagáis con uno de calidad. Una de las hiervas principales para la elaboración del vermut es el ajenjo. ¿Sabías que la palabra vermut viene de la derivación en alemán de la palabra wermut, que significa ajenjo?
También necesitaremos una barrita de canela; cáscaras de limón y de naranja, para darle un sabor cítrico; y azúcar. Ahora llega el turno de las hiervas que podemos utilizar: manzanilla, cardamomo, cilantro, genciana, bayas de enebro, salvia… todas ellas se pueden sustituir, reducir o añadir otras hiervas que sean de nuestro agrado.
Elaboración del vermut casero
Debemos hacernos con un recipiente y verter el vino blanco. A continuación, añadir la mitad de las hiervas que hemos elegido junto con las cáscaras de limón y de naranja. Deberemos dejar marinar la mezcla durante unos tres o cuatro días, con el recipiente cerrado.
Cundo haya pasado este tiempo, con la ayuda de un colador, eliminaremos los trozos de las hiervas sobrantes y lo verteremos en otro recipiente. Le añadiremos el azúcar y la otra mitad de las hiervas que nos quedan. Volvemos a cerrar el recipiente y lo dejaremos reposar durante un mes en un sitio seco y oscuro.
¡Y listo! Cuando haya pasado este tiempo volvemos a colar el vermut casero y lo añadimos en una botella. ¡A disfrutar!
Idea para el aperitivo
Sabemos que no existe un buen vermut sin su ronda de aperitivos. Los más repetidos son las olivas, patatas fritas o berberechos, aunque las posibilidades son infinitas. Te enseñamos una a receta para acompañar nuestro vermut casero.
Brochetas de pollo
Estas brochetas de pollo son de todo menos aburridas. Las vamos a preparar para que tengan un sabor exótico y oriental. Además, son facilísimas de preparar. Solo necesitaremos pechuga de pollo, salsa de soja, limón, curry y semillas de sésamo.
Prepararemos una mezcla con el curry, la salsa de soja, aceite de oliva y jugo de limón. Salpimentaremos al gusto y le añadiremos las semillas de sésamo. Revolvemos todo muy bien y le añadiremos las pechugas de pollo cortadas a cubos. Tapamos bien el recipiente y lo dejamos reposar en la nevera durante una hora aproximadamente.
Cuando haya transcurrido este tiempo, sacamos el pollo y montamos las brochetas. Cuando las tengamos hechas las asamos en el asador (si tenemos) o en una sartén a fuego medio. Mientras el pollo se va dorando, con la mezcla sobrante que hemos utilizado para darle sabor a la carne, la hervimos, bajamos el fuego al mínimo y dejamos que se espese. ¡Listo, ha llegado la hora de disfrutar de nuestro vermut casero!