Muchas veces tenemos en mente preparar algún tipo pescado, lo tenemos todo listo, pero aún falta pensar cuál es la mejor salsa para acompañar. Para que puedas escoger a lo seguro te traemos estas salsas para pescado que acertaras sea cuál sea tu elección. Quédate para aprender a prepararlas y fórmate con nuestro Curso de Cocina Nacional, Internacional y Cocina Creativa.
Índice de contenidos
Salsa de aguacate
El aguacate hace ya muchos años que vino para quedarse. En ensaladas, para hacer guacamole… El aguacate queda bien en todo y por ello en esta lista de salsas para pescado era obligatorio poner esta. La salsa de aguacate no solo es muy versátil, sino que también está deliciosa.
Ingredientes
Para hacer esta receta necesitaremos muy pocos ingredientes. Nuestro protagonista, el aguacate, irá acompañado con pimiento verde, zumo de limón y agua con gas. Necesitaremos una batidora y un colador para que salga del todo bien.
Procedimiento
Primero de todo, debemos pelar bien el aguacate. Quitamos el enorme hueso que tiene en su interior y lo añadimos a un recipiente. Después, picamos bien el pimiento verde y lo vertemos con el aguacate. Le echamos un poquito de sal y el zumo de limón al gusto.
Removemos bien los ingredientes y vertemos un chorrito de agua con gas. Después, trituramos bien todos los ingredientes. ¡Cuando veamos que ha quedado una buena salsa verde, la pasamos por un colador y listo! De bien seguro que quedará espectacular con un buen filete de salmón
Salsa holandesa
Dentro de las salsas para pescado esta es una de las más clásicas y es porque está riquísima. El procedimiento para hacer esta salsa es muy sencillo, aunque un poco laborioso y deberemos ser pacientes ya que se nos puede cortar.
Ingredientes
Para la receta de esta salsa necesitaremos unos pocos ingredientes. Primero de todo debemos hacernos con las yemas de huevo, mantequilla, zumo de limón y vino blanco. También necesitaremos sal, pimienta y agua fría.
Procedimiento
Añade a un cazo 300 g de mantequilla. A fuego mínimo y sin remover, dejamos que la mantequilla suelte su grasa. Después de unos 20 minutos, veremos como la grasa se ha separado del suero. Bien, debemos recuperar esta grasa y reservarla en otro cazo para hacer la salsa.
Seguidamente, cocemos el agua y el vino blanco hasta que se reduzca a la mitad. Una vez enfriado, debemos utilizar dos yemas de huevo y las añadiremos al agua y al vino. Después, le echaremos un chorrito de zumo de limón.
Colocamos el recipiente con la mezcla al baño María, a unos 55ª y batimos las yemas de los huevos. la clave para que no se nos corte la salsa es tener paciencia y batir suavemente, pero de forma constante.
Cuando veamos que estamos consiguiendo una crema espumosa, vamos vertiendo poco a poco la mantequilla que hemos conseguido antes. Para que no se nos corte, no podemos dejar de batir la mezcla.
Salpimentamos al gusto y le añadimos un poquito más de zumo de limón y seguimos batiendo. ¡Ya estaría lista la salsa holandesa, solo queda disfrutar!